A un mes de haber obtenido el cuarto lugar en el programa "La voz... México", Gabriel Navarro, integrante del equipo de Lucero, ya sufre los embates de la popularidad, la cual, por desgracia, ya provocó la separación con su mujer.
"Estamos en conflicto"
"Sí. Te voy a platicar algo grueso: me han enviado fotos donde veo que algunas admiradoras se han tatuado mi nombre; incluso se han cortado las piernas para escribírselo en ellas.
"Eso me alarma y les he pedido que no lo hagan, pues las quiero enteritas, sanas y, sobre todo, contentas. También se han fotografiado sus partes íntimas y me las mandan; eso sí está padre (risas)".
--- ¿Tu esposa cómo lo ha tomado?
"Desafortunadamente, no entendió eso de las fans. Le dije que la amaba, pero los celos la traicionaron y se desesperó. Estamos en conflicto, ya no vivo en mi casa, me salí después de la presentación del Auditorio Nacional. Es una pena, pero así son las cosas.
"La quiero recuperar con amor. Llevábamos tres años de casados y tenemos una hija llamada Lara".
--- Si te dieran a escoger entre la fama y tu matrimonio, ¿por cuál te decidirías?
"Por la fama, por perseguir mis sueños; si estás con alguien que te limita, es como bloquearte el camino. Desaprovechar esta oportunidad y no realizarme como artista, se llama pecado.
"Ojalá que Dios me devuelva a mi esposa y todo se arregle; si no, la vida decidirá".
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