Prólogo
Un prólogo (del griego πρόλογος prologos, de pro: ‘antes y hacia’(en favor de), y lógos: ‘palabra, discurso’) es el texto situado al
principio de una obra escrita, entre los documentos llamados preliminares, que
sirven a su autor para justificar el haberla compuesto y al lector para
orientarse en la lectura.1 El prólogo es además el escalón previo que sirve para explicar o mostrar algunas circunstancias
importantes sobre la obra literaria que al autor le interesa destacar.
Cuando el autor es novel, el prólogo suele escribirlo un escritor
reconocido para presentarlo, o lo que es lo mismo, una tercera persona que no
es el autor, ya que de esta manera intenta dar un punto de vista objetivo, pero
en los restantes casos suele hacerlo el mismo autor que ha compuesto la obra.
Se compone siempre después de haber acabado la obra, no antes, y puede haber
más de uno, sobre todo si la obra ha tenido éxito y se ha reeditado o reimpreso
varias veces, por lo que cada edición nueva lleva su propio prólogo que va a
continuación de los demás. Cuando los prólogos del autor se acumulan, el autor
de la obra ofrece una perspectiva diacrónica de su relación con la obra
literaria compuesta y su acogida a través de los años. Eso sucede, por ejemplo, en La Colmena, de Camilo José Cela. Si el
objetivo del prólogo es defender a una obra, se le denomina galeato.2
El prólogo se sitúa entre un conjunto de textos iniciales de la obra que
se denomina habitualmente como presentes. Posee un carácter más literario que
la introducción, que es una presentación del contenido más que
del autor, y debe distinguirse claramente del prefacio, o escrito preliminar que expresa la intención de una
obra con anterioridad a que ésta haya sido escrita.
Hay que considerar al prólogo dentro de lo que Gérard Genette denomina paratexto, esto es, cualquier texto que se sitúa en la
periferia del texto literario: el título, el subtítulo, la dedicatoria, el lema,
el prólogo o prólogos, el epílogo o ultílogo o ultimólogo, las notas, glosas o escolios al
margen o al pie, las sobrecubiertas, las fajas, los capítulos desechados, los borradores, etc.
El prólogo tiene una gran importancia para la historia literaria, pues
con frecuencia ofrece las claves críticas de la interpretación de la obra
hechas por su propio autor o por alguien cercano a él. Sólo hasta hace muy poco
ha empezado a ser estudiado como género literario.
Prólogo